21. octubre. 2006

Valparaíso, Chile
Subí al bus, era más de mediodía, y me iba de viaje, quizás lo hacía por el día o más... o talvez sin retorno como muchas veces pienso. Estaba cansado, de trabajar o de no hacer nada, no sé... solo estaba cansado. Apoyé mi cabeza en el asiento, la TV encendida estaba enfrente diciendo las mismas cosas que conozco de memoria, ¡que aburrido! ...pero en unos segundos, aparecieron en la pantalla amigos (algunos), enemigos (solo uno), una vecina (la enferma de la columna), el perro de la esquina ("el saiber") y el señor esquizofrénico que vive cerca(se estira empelota con su ventana abierta), eran 30 o 40 en total, todos estaban en frente mío... ¡sorpresa! -gritaron-, y cantaron ¡Cumpleaños Feliz, te deseamos a tí!. En medio apareció una mujer y en sus manos una torta, las velas encendidas me impedían ver su rostro, esperé el final de la canción para saberlo...tomé aire, apagué la velas...quedó una como siempre sucede, soplé... se apagó...y....
Señor ¿su boleto? ¿donde baja?, la TV enfrente seguía encendida, pasando bobadas.