2. diciembre. 2006

Valparaíso, Chile
El niño luego de una pataleta y tironeos logra que su madre lo suba sobre el autito en el antiguo Parque Italia y elige el que le parece será el más veloz y con el cual atravesará los senderos para derrotar a los malvados. Sin duda hace la mejor elección y vuela a gran velocidad poniendo en riesgo a un anciano, a una embarazada y a un niño que comienza a caminar. No es que el vehículo sea más rápido que el de la “Abeja Maya”, sino que es el espíritu del “icono de la cultura pop” el que lo hace romper las barreras.
Los judíos Joe Shuster
y Jerry Siegel
(el Hombre Araña, Hulk o X-Men también fueron creados por judíos), en el año 1938 no imaginaron que su personaje, se transformaría en un motor para infantes, adultos y viejos que necesitan derrotar día a día el poder del mal. Como han dicho, “Superman satisface las nostalgias secretas del hombre moderno que sabiéndose limitado y tal vez frustrado, sueña con una identidad excepcional que lo revele algún día, como un héroe”.
Mientras tanto en el Parque Italia, sin siquiera pensar en los alcances de esta mítica figura, siguen decenas de niños queriendo conquistar nuevas nuevas aventuras y vencer el duro temple de la maldad.