19. noviembre. 2006

Cartagena, Chile
Sentado de cara al sol, mirando la inmensidad del Pacífico, mis pies descalzos descansan sobre el piso y en mi mano una helada botella de cerveza. La brisa helada se conjuga con el tibio sol. "La Michelle" me acoge como siempre, me seduce la tarde luminosa y el ruido incesante del mar gastando la orilla.
A lo lejos, diviso una mujer sentada en la arena, mira hacia el mar y llora. Lleva varios días, casi no come, la policía la intenta persuadir y nada logra. Ella espera a su hijo, espera que camine de entre las olas y la abrace, espera ver su sonrisa de niño solo una vez más, espera decirle lo importante que es, espera sin que esperar sea una condena.
Ese niño, tiene dieciseis, casi un joven, fue tras su amigo intentando salvarlo del mar. Era el paseo del año con sus compañeros del 2º medio. Paseo que lo iba a llenar de historias y aventuras en su adolescencia.
Leo Dan canta en la radio "...llorarás, llorarás por tus caprichos, si yo sé que es a mí a quien queréis, no podrás ser feliz con ningún otro..." . Termino mi cerveza, se esconde el sol, la madre sigue sentada en la arena...