20 octubre 2007

Cartagena, Chile
Miro desde la ventana. En mi mesa una Cristal, un pescado frito, arroz, ají. La picada de Don Nano que ya no me gusta tanto. La terraza y el artista que pinta con arena de colores, esta vez una mirada infantil con animales del bosque. Las olas con el eterno perro que salta intentando atraparlas, un juego, una ausencia o una larga locura animal que encierra ese personaje. Una conversación con un garzón homosexual y su invitación a su casa. Un sol intenso me abriga sobre el viento frío. Me gusta caminar contra ese viento y sentir el sol caliente como penetra mi chaqueta, mi poleron, mi polera negra y mi cuerpo. Hay, como siempre, dos o tres cosas que hacen "valer la pena" este viaje.