2. febrero. 2007

carretera al norte, Chile
En la bolsa del supermercado están las marraquetas con carne preparados por “la abuela” para el viaje, en el portamaletas las paletas Maui and Son y los quitasoles Lider, en un lado del asiento “Plataforma” y “Ampliación del campo de batalla” de Houllebecq, el “Secuestro” de Perec, “ A sangre fría” de Capote,…el dominó, las toallas gastadas... mis lentes oscuros Golf, mi Dell…y las ruedas nuevas Good Year en el Punto 75X rojo. Es mediodía, en la Copec llenamos el estanque de bencina, y luego a la carretera. La temperatura llega a los 30° y la velocidad rápidamente sube a los 80 Kms/hr. Los autos son menos que los camiones con cargamento. Subo a 100 Kms. y pienso que es necesario estar alerta, ya que no quiero el bochorno de un "parte". Pienso en mi espalda contracturada, tiesa de incomodidad, creo que es puro cansancio. Llegamos al primer peaje, la persona intenta ser amable, pero se le nota el tedio de probablemente de 50 o más vehículos, sonríe diciendo ¡gracias! ¡buen viaje!, un acto tan cínico como mecánico. Nos detenemos en la bomba Esso, amplia, espaciosa, pensando en alojar un ciento de vehículos y no hay más que 7 u 8, echamos 28 libras de aire, reordenamos las cosas, nos refrescamos, y hablamos de libros y Bolaños. Sentimos un calor agudo, aplicamos el factor 30 de Nivea spray y Axelle Red nos canta Rester Femme dentro del auto. Tomamos nuevamente la carretera…está más despejada, …pongo mi brazo izquierdo en la ventana y sostengo suavemente el volante, miro el paisaje de mi alrededor, subo el volumen de la radio…allí comienzan las vacaciones.