3. septiembre. 2006

Chada, Chile
Entre cerros, nació un niño colorín y pecoso, hijo de campesinos pobres que cultivaban la tierra y cuidaban animales en los cerros. De adolescente, en un pueblo cercano conoció a una mujer morena...se enamoró, le ofreció el mundo, se casaron y partieron a conquistar la gran ciudad. Arrendaron una pieza en el barrio Independencia, allí nació su primera hija...su cuna fue un cajón de manzanas; a los pocos años nació su segunda hija, y luego cuando perdían las esperanzas de preservar el apellido, nació finalmente el varón. Ambos criaron con esfuerzo y desvelos a sus hijos. Él vivió para sus hijos y su mujer; pero su vida de obrero estuvo llena de injusticias, dolores, penas y muy pocas alegrías. Una noche, cercano a cumplir los 60 años y de regreso a casa, en una calle de la gran ciudad, murió bajo las ruedas de un auto. Su rostro quedó mirando el cielo oscuro...cerró los ojos y dejó de ver las pocas estrellas que había,...dejó de latir su corazón y dejó de soñar con volver a ver la tierra que lo vio nacer.